miércoles, 15 de diciembre de 2010

Marana Tha

Marana Tha /maranata/, es una palabra hebrea que significa ven Señor,… bueno más o menos, y se usaba en algunas celebraciones pidiendo a Dios que envié al mesías prometido. Por ello es muy propio que en este tiempo de Adviento, en el cual recordamos la llegada del Mesías y a la vez nos preparamos para su pronto regreso, que mejor que decir al Señor, VEN, ven a mi vida, a mi corazón, a mi hogar, a mi familia, a mi historia, a mi trabajo, a mi soledad, a camino, a mi fiesta, a lo que sea, VEN!

Pero, detalle importante, curioso! Sí, le decimos a Jesús, al Señor, VEN!!! Pero… estás preparado?
Sí que ya adorne mi casa, ya canjee el pavo, ya tengo mi panetón, ya compre mis regalos… pero… Jesús te va a felicitar por tener la mejor decoración, o porque tu pavo este rico, o porque te comas todo el panetón tu solito (o en este caso creo que más conviene TU SOLITAAAA) , o porque compres muchos regalos ( y encima, ninguno para él)… creo que no…

Sí, es no, lo siento. PORQUE NOOOOOO, Jesús no te va a felicitar por eso, si le va a gustar que compartas en familia, con amigos, todos juntos demostrando la unidad y fraternidad que debe vivir y reinar en la Iglesia! PERO, PERO!!! Nos preparamos para la fiesta de… de… de Papa Noel, de los Pavos San Fernando, de los caros Panetones D’onofrio, de los miles de regalos de Ripley (yo no pido regalo, pero si quieren darme algo puede ser ropa de vestir, jajajaja no mentira =) ), te lo aseguro, NO! Nos preparamos uno para recordar el nacimiento del Mesías anunciado desde antiguo a nuestros padres, y nos reunimos juntos en fraternidad en familia por eso, y a la vez para mutuamente, entre nosotros alentarnos para seguir adelante y prepararnos para su pronto regreso, porque recordemos solo El sabe el día y la hora, como te estás preparando para estas fiestas? Haz preparado tu corazón para albergarlo, y como lo estas preparando, lleno de que esta tu corazón? De la gracia de Dios, o a lo mejor del pecado, o pero aun, de la tibieza…

Jesús hoy solo te pide una cosa, no le cierres las puertas de tu corazón, recíbelo con gratitud, sencillez y sobre todo con amor. Dale una morada limpia, ordenada, un lugar grato para El. Antes de irte a celebrar por noche buena, date tu vuelta, porque allí, siempre cerca de ti (mismo comercial de D’onofrio, mucha propaganda y no me pagan nada) está el Señor, en una Iglesia para que te reconcilies con él, y puedas recibirlo, y para que este reconciliarse y recibirlo no sean solo palabras y gestos bonitos, sino que se vuelva vida, y también lo ayudes, lo abrigues, lo consueles en esa noche, en TU hermano, hermana, indigente, pobre, abandonado, etc, porque cuando lo hicieron con estos mis más pequeños conmigo lo hicieron.

YAAA, estamos a puertas de Navidad, pero no es tarde, nunca es tarde para darle una oportunidad a Dios. Yo te invito a que para esta Navidad puedas confesarte y asistir a la popular Misa de Gallo, y junto con toda la Iglesia Celebrar que Dios se hizo hombre, por amor a su pueblo. Y puedas recibir a Dios y dejarte transformar por él… por tu Dios, por el que tanto te amó, te ama, y aunque no te lo creas, te amará, por siempre, porque tú, tú vales ORO!

Porque tanto amó Dios al mundo que envió a su único Hijo. Para que todo el que crea en él no perezca sino tenga vida eterna. Jn 3,16

Felices Fiestas

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Preparación para la Navidad

El domingo pasado dimos inicio a un nuevo año litúrgico con la celebración e inauguración del Adviento, que es el tiempo de preparación para la Navidad, nos preparamos para celebrar una de las fiestas más importantes del cristianismo en todas sus ramas, la Navidad, el nacimiento de nuestro Señor.


Ahora bien, el Señor nació hace 2 mil años, ya no va a nacer, por eso el 25 de diciembre conmemoramos uno de los actos de amor más grande de Dios que se verá culminado con su entrega en la cruz, y esta es la Encarnación del Hijo de Dios, del Cristo, el Mesías, ya desde mucho tiempo atrás, el simple hecho de recordar la Encarnación, que Dios se hizo hombre era algo de adoración, por eso cada vez que se mencionaba ya sea en el credo, el Te Deum o el Ángelus, los monjes se inclinaban, como reverencia simplemente a la mención de la encarnación! Ahora bien, el Señor ya nació, no va a volver a nacer, y lo que recordamos es su glorioso nacimiento.


Ahora bien, entonces, si decimos que el Adviento es la preparación para la llegada del Hijo de Dios, y el Hijo de Dios ya llegó, ¡¿para qué nos preparamos?! Para la Parusía, la vuelta del Señor, su segunda Venida.
Porque recordemos que dice la Palabra de Dios, así como lo vimos ascender, de la misma manera lo veremos bajar rodeado de su gloria. Y no sabemos ni el día, ni la hora, es por eso que el Señor nos dice que tenemos que estar atentos, tener las lámparas prendidas porque no sabemos cuándo regresará el amo, estad vestidos y tened aceite extra porque no sabemos cuándo llegará el novio, son las alegorías que nos presenta el Señor.

Pero ahora bien, si recordamos a las vírgenes prudentes que llevaron ese aceite extra para esperar la llegada del Novio, veamos así rápidamente quienes son las vírgenes, sencillo, nosotros. El Novio, el Señor, que regresará para desposarnos, para juzgarnos, y recordándoles la última reflexión, para ponernos a algunos a su derecha y a otros a su izquierda. Pero vamos a lo que me interesa ahorita, el aceite, que es ese aceite que debemos tener es nuestras lámparas, pues es el aceita de la verdadera vida cristiana. Es el aceite que mantiene viva nuestra lámpara de la fe, es la gracia del estar sin pecado, del practicar la caridad, del ser coherente con nuestra vida, del ser verdaderos cristianos, porque no debemos esperar el último minuto como hicieron las imprudentes que tuvieron que regresar por más aceite y cuando regresaron ya era tarde, el novio había desposado a las prudentes. El Señor nos da grandes oportunidades, nos ha permitido conocerlo hoy y ahora, ya somos también nosotros vírgenes del Novio, ahora no sabemos cuándo vendrá, pero debemos esperarlo, listos, siendo cristianos de verdad, para que cuando venga estemos preparados.
Este adviento es un tiempo de preparación, de conversión, de recordar y celebrar, porque el Hijo de Dios ya vino, y regresará porque nos ama.

Yo los ánimo a seguir adelante, perseverando y sobre todo buscar perseverar, ser coherentes con lo que decimos ser, porque así, a pesar de quedarnos solos, nunca lo estaremos, porque lo tendremos a EL que es nuestro único consuelo, el que de verdad vale la pena, el que no falla ni defraudo, y a pesar de que parece que en la tormenta, mientras lo pasamos difícil está dormido, no lo está, solo espera que lo llamemos para que acuda en nuestra ayuda.

 
Fuerza, ánimo, y adelante por el Señor, por nuestro Dios que viene, que vuelve.



miércoles, 24 de noviembre de 2010

Reflexiones de fin de año

Ya próximo el fin de este año litúrgico, y a las puertas del adviento, el domingo que viene, creo yo que es un buen tiempo para dos cosas.

La primera, analizar cómo ha sido nuestra vida cristiana. ¿Cómo hemos vivido este año, hemos vivido a la altura de un cristiano de verdad, o hemos sido uno más del montón que se ha conformado con su vida mediocre, un cristiano light más de los miles que hay? ¿He tomado a conciencia el gran llamado que me hace el Señor, ese llamado a la Santidad? He valorado el Sacrificio de Amor del Señor buscando responderle de igual manera, y con esto les comento algo que me dejo así bien marca, e incluso algo tarado esta semana que pasó, y es justo el evangelio que se leyó el día sábado 13, cumpleaños de nuestro Padre San Agustín, que decía “Pasen benditos de mi Padre, porque tuve Sed y me diste de bebed, tuve hambre y me diste de comer, estuve desnudo y me vestiste, sin techo y me hospedaste, enfermo y fuiste a visitarme, en la cárcel y fuiste a verme. Y ellos le respondieron, pero Señor cuando te hemos visto con sed y dado de beber, o con hambre y dado de comer, o desnudo y te vestido, extranjero y te hospedamos, y cuando te vimos enfermo o en la cárcel y te fuimos a ver. Y Jesús le respondió: Cada vez que hacían esto con cada uno de mis hermanos, conmigo lo hacían”. Mt 25, 31 - 40

Creo yo que llegado al fin de este año, es el momento ideal para ver si de verdad hemos sabido acoger y velar por el Señor nuestro Dios, por ese Cristo que vive y habita en cada uno de los hermanos que nos rodean.

Y lo otro, lo segundo. Es ver qué esperamos de este nuevo año que se nos viene, que nos regala el Señor. Que metas, que sueños, que estamos planeando y que queremos que el Señor bendiga, en que queremos que intervenga, que actué.
Que está moviendo nuestro corazón a actuar, que nos motiva a seguir en este año. Y sobre todo, que propósitos para mejorar día a día nuestra vida cristiana queremos hacerle al Señor. Como queremos avivar nuestra fe. Como queremos gritarle a este mundo consumista y materialista, que a pesar de todo Jesús aun está vivo en nosotros.

En sí es un momento para recapacitar, pero no quedarnos en decir, ah sí, mira, falle, ya pues… no, eso es mediocridad, es un ver, analizar, y saber superar, planear, plantear, organizar, y sobre todo actuar. Es tiempo de despertad y decidirnos cambiar, hoy, ya, ahora mismo. Y buscar ser mejores cada día, porque comprendamos y valores ya que no valemos poco, a pesar que el mundo nos lo grite, que te entre esto en tu cabeza TU VALES MUCHO, tú vales la sangre de Jesús en la cruz. Y una frase típica de catequesis pero muy buena y valiosa, DIOS NO HACE BASURA.

Es tiempo de despertar, de actuar, y de actuar de la mano con el Señor, porque para actuar es necesaria una cosa la oración, y entregar y poner todo en manos del Señor, pero recordando lo que nos dice San Ignacio de Loyola Haz todo como si dependiera de ti, pero recuerda que nada depende de ti. Y también recordemos lo que dice nuestro Padre San Agustín Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti.

¡Animo!

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Fray Martín de Porres

Hoy día la Iglesia Universal, y de manera especial, la peruana celebra a Fray Martín de Porres, Fray Martín de la Caridad, el Santo Mulato, el Fraile de la Escoba.

Un hombre desprendido de sí, que solo buscó complacer a su Señor, a su Dios, a tal grado que a pesar que él en el tiempo en que vivió se puso muchas trabas para que pueda ser religioso, logró superarlas todas, porque creo yo que cuando el Señor pone algo en nuestras vida, el también nos pone los medios para cumplirlo.

Para Dios no hay imposible, y la prueba más grande es el mismo Martín, un mulato que logró en un tiempo virreinal consagrarse a Dios, como religioso, y Dios se valió de su sencillez, de su silencio, de su amor para obrar grandes cosas en su Iglesia Peruana.

Y Dios hoy también nos llama a hacer grandes cosas, porque ser Santos no es cosa de curas, y monjas, no, NO. Ser Santo es cosa de locos, de gente que de verdad toma la conciencia de que sigue a Jesús, al Cristo, y que para seguirlo solo se necesita ser loco, porque solo un loco está dispuesto a dar la vida por otro. Porque para seguir a Cristo es necesaria la Cruz, porque el mismo lo dice, "déjalo todo, toma tu CRUZ y sígueme".

Hoy en día, la sociedad que no dice, quien vale, que es lo importante, yo, yo, YO. Todo debe girar a partir de uno, y si se puede ya llegará a los demás.

Martín se preocupó primero de sus hermanos, de los pobres, de los necesitados, y si le quedaba tiempo después de tanto servir se acordaba de sí. Porque cuando uno se preocupa de atender a los hermanos, al Cristo que vive en cada uno de los hermanos uno ni se ocupa de de sí, y tampoco tiene porque hacerlo, porque es el mismo Señor quien nos atiendo, y quien más que El. Él nos basta, que mejor médico, mejor guardián.

La Iglesia hoy en día necesita día a día, laicos valientes, locos por el Señor que se atrevan a ser valientes e ir contra el mundo.

Hoy el cristiano tiene que ser signo de contradicción, tiene que ser signo de unidad, de amor, de caridad.

Y tiene que empezar en nosotros, en los sencillos, en los laicos, el trabajar y dar lo mejor de sí por el Señor, porque como les repito una vez más ser Santos es cosa de todo.

Y será, creo yo, cuando tomemos, como laicos, la conciencia del amar y seguir al Señor, y nos desprendamos de uno, que el momento en el que el Señor nos llame ya no habrá más miedos ni dudas.

El Señor derrama y regala cantidad abundantes de vocaciones, pero muchas veces falta esa entrega y ese desprendimiento de uno para poder de vendar dejarlo todo y seguirlo.

Por eso yo los invito a dos cosas, a ser Cristianos y serlo de verdad, porque ya, ya hay demasiados cristianos light, cristianos de título simplemente que se acuerdan del Señor para pascua y nada más. Ya hay muchos mediocres en la Iglesia, y la Iglesia no es de mediocres, es de radicales, porque como dice la Palabra de Dios el Cielo es de los valientes, de aquellos que se atreven a todo por el Señor. Y lo otro es motivarlos a orar día a día, con fuerza, perseverancia, fe, por el aumento perseverancia y santidad de las vocaciones a la vida religiosa y sacerdotal, para que el Señor nos de más vocaciones, porque yo sentía con fuerza en mi corazón que el Señor derramaba su gran amor sobre todos los jóvenes y a muchos de estos los llamaba a cosas grandes, pero muchas veces son pocos los que se atreven a dar ese paso que sigue, y son muchos menos los que de verdad la luchan, hasta el fin para seguir.

Orad, orad sin desfallecer, porque el Señor acoge nuestra súplica cuando la hacemos con amor y sencillez.

Animémonos unos a otros a poder vivir día a día coherentemente esta vida cristiana. Cristo nos da un gran medio para poder vivir la vida cristiana y es la comunidad. La comunidad es un gran medio para poder vivir nuestra vida cristiana y que mejor comunidad que la familia, nosotros como familia tenemos que alentarnos unos a otros, ayudarnos ser columnas de sostén para el que tenemos a nuestro lado al cual podemos decirle hermano en Cristo Jesús, e incluso hermano de sangre.

Y por último lo que siempre les digo, Familia que reza unida, permanece unida.

Tomemos esa humildad, sencillez y abandono de fray Martín, y dediquémonos en buscar siempre ayudar al que tenemos a nuestro lado y nos necesita, y a orar por nuevas vocaciones, nuevos fray martines que el Señor llama día a día pero que muchas veces a consecuencia del pecado los oídos del corazón están tapados para oír la voz del Señor!!!

Fuerza!!!

miércoles, 27 de octubre de 2010

Fiesta del Señor de los Milagros

Ahora, a vísperas de la Gran Solemnidad que hay en toda Lima por motivo de la Fiesta del Señor de los Milagros! He preparado una reflexión morada =) Aunque claro, esta vez la haré cortita para que ustedes la lean rápido, y yo me pueda ir a dormir, =)


Cuando vemos al Cristo de Pachacamilla, que vemos, una imagen más de un Cristo crucificado. Hoy que pude estar frente a la imagen, contemplándola y orando, me di cuenta de algo sencillo, pero importante, y es justo lo que nos dice el Evangelio de mañana: “Tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo único” para que todo el que tenga fe en él se salve y tenga vida y vida eterna.


Y creo que en esto radica el misterio del cristiano, y es algo que les he venido repitiendo estas semanas. Es la cruz la máxima demostración de amor, que ha tenido el Señor para con nosotros, y es a la cruz a donde él nos llama, a que nosotros podamos dar la vida también, por él, por los que nos rodean, por los que más queremos, e incluso por los que no.

Acabo esta pequeña reflexión repitiendo las palabras del evangelio, “Tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo único”. Ánimo, no se desalienten y sigamos en esta carrera hacia el Señor, guiados siempre de la mano de María, en la ruta de la Caridad, del amor verdadero.

miércoles, 20 de octubre de 2010

La Fraternidad

Hemos hablado de la oración, de la eucaristía y la penitencia, y les pedí que me mande posibles temas para conversar, y como no me han mandado nada, así que se me ocurrió hacer una pequeña reflexión sobre algo que justo me enviaron, y era sobre el milagro de los 33 mineros chilenos.

Y sí no, qué bonito que hayan sobrevivir, y los hayan podido rescatar, pero vamos a lo que me comentaban en esos correos, hablaban de como el trabajo en equipo, la confianza, el saber apoyarse en el prójimo, y saber cuidar de él fue lo que les permitió seguir adelante y no rendirse, sino conseguir seguir adelante y sobrevivir tantos días encerrados.

Bueno, veamos... Más de lo bonito que es que hayan podido sobrevivir, vamos a lo que tanto se comentaba en estos mails. La Fraternidad, la comunidad, algo que me gustó que leí fue lo siguiente, cada uno asumió la responsabilidad de cuidarse a sí mismo y cuidar al compañero.

Hay algo que me parece hermoso, pero inclusive aquí uno puede encontrar la perfección absoluta, lo radical, "no hay mayor amor de aquel que da la vida por sus amigos".
Y es justo lo que Cristo hizo, dio su vida por amor, no le importó él, si estaba cansado, o ya no podía, el siguió hasta el fin, ya no se preocupó por él mismo, sino por los demás, porque sabía que con esto nos daría la vida eterna.

Este es el verdadero amor, el amor que da la vida por los amigos, que es incluso, capaz de morir a uno por el otro. Y sí, lo que han hecho esos mineros es admirable, y algo grande, pero no necesitamos estar atrapados para actuar así, porque tenemos que esperar los momentos difíciles para poder trabajar en equipo, porque esperamos el momento de dolor para reunirnos y reencontrarnos, porque esperar la dificultad para pedir ayuda, porque esperar la desgracia para hacer las paces. PORQUE SI HAY UNO QUE ME AMO A TAL EXTREMO, YO, YO AUN NO PUEDO PERDONAR, porque aun guardo rencor, porque ignoró los problemas, porque no olvido lo que ya pasó, porque no soy capaz de ser tan valiente como EL y amar como él me amó o mejor, me ama.

Y saben porque, porque lo podemos recibir si quieres, todos los días, pero si no tomamos conciencia de a quien recibimos, o en quien decimos creer, todo queda en meras palabras y gestos. La cristiandad más que proclamarla, SE VIVE, yo no tengo un título de cristiano, el del lado no me va a decir mira es cristiano porque tiene su CARTON DE CRISTIANO, no debe decir este ES CRISTIANO PORQUE VIVE COMO VIVIÓ CRISTO. ESTE ES OTRO CRISTO. Y para poder ser otro Cristo es sencillo, solo necesitamos algo, la GRACIA, la GRACIA ese gran amor que Dios derrama sobre nosotros, la fuerza de su Espíritu. Una vez dijo San Agustín que él intentó ser bueno puso todo su esfuerzo y no lo logró, y fue recién cuando aceptó al Señor de verdad, de corazón que logró ser de verdad bueno, logró ser Santo, porque el Señor derramó su gracia sobre él, así como la quiere derramar sobre nosotros, y lo que sucede es que día a día nos cerramos a su gracia y a su amor, y ponemos nuestra cara dura, nuestra indiferencia, nuestro NO NO, eso no es para mí. Y MIREN!!! Si tu y yo decimos ser cristianos, profesamos nuestra fe en Jesús, es porque creemos en su Gracia y en que él por medio de su Espíritu puede actuar en nosotros.
Como les he dicho muchas veces pidan y se os dará, que decía el evangelio del domingo que pasó, el juez injusto que aunque sea por tanto pedirle accedió, cuanto más nuestro Padre del Cielo que tanto nos ama no nos hará justicia.

Hermanos, debemos pedir con fe, con amor, con confianza, con esperanza. Y mantenernos unidos, con firmeza, con fe, en la Eucaristía, en la Oración, en contacto intimo con Dios, y buscar, no cesar de buscar, porque el que busca encuentra, y no busquemos tan lejos, Noli foras ire, in teipsum reddi, no vayamos fuera, busquemos dentro de nosotros como dice nuestro Padre, porque Yo por fuera de buscaba y tú estabas dentro.

¿Dónde debemos de buscar la gracia pues? En Jesús, en Cristo, en nuestro Dios, en la oración, y la eucaristía, y sobre todo en la Comunidad, en la Fraternidad, porque allí donde dos o más estén reunidos, allí en medio estoy yo, nos dice el Señor. Es también en el hermandad donde debemos de encontrar al Señor, y es en el hermano en quien debemos cogernos, para apoyarnos y también para ser apoyos para ellos, porque es muriendo a mí, por él, por el Señor que vive en él, que encontraremos la verdadera felicidad, y la vida. Porque el que quiera guardar su vida la perderá, pero el que la pierda la ganará.

No nos dejemos vencer en este camino de perseverancia y camino en y hacia el Señor, vivamos día a día radicalmente lo que profesamos, y no dejemos que este mundo nos venza, porque hoy en día esto es solo para valiente, pero no, repito, NO es solo para los consagrados y los curitas, sino para los Santos, y ser santo no es cosa de uno dos, es cosa de todos, repito, ser SANTOS, así como la defensa civil, ES TAREA DE TODOS.
Dios no nos ha llamado a ser mediocres, sino a ser buenos y más que bueno, los mejores, porque tú y yo no valemos poco sino su SANGRE, la de nuestro Dios en la Cruz porque nos amó.

Fuerza, animo, no, nunca dejemos de seguir adelante, de luchar, y así lograremos realmente ser felices, aunque el mundo nos grite lo contrario.
Recuerda TU hermanito, hermanita, TU, no has nacido para ser uno más del montón, TU has nacido para ser algo más, algo diferente, para ser cabeza, para ser discípulo, apóstol, profeta de Dios, y el profeta de Dios no está sentado callado, esperando que el otro quiere cambiar, el CAMBIA, y GRITA, PROCLAMA que su Dios está vivo.

¡ANIMO! ¡¡¡VAMOS!!! QUE SI SE PUEDE, esto es solo para loco, esto es solo para VALIENTES
ESTO ES SOLO para cristianos de verdad, como lo debemos ser tú y yo, hoy, y ¡siempre!

Fuerzas, y seguid adelante, sin desfallecer, cogiéndonos siempre de las manos de nuestro Dios, de esas manos perforadas por los clavos que nos dan ese grito de aliento que tanto necesitamos para continuar!

viernes, 15 de octubre de 2010

La Reconciliación, el volver a Dios

Pensando, que podía tocar, y continuando los anteriores temas de la oración, y la eucaristía, ahora tocaremos el tema de ¡la Reconciliación!
El volver a Dios.

El pecar es parte de la naturaleza herida del hombre, herida a consecuencia del pecado original.

El hombre renunció a la amistad que tenía con Dios, y se alejó de Él. Pero Dios envió a su Hijo, el cual con su sangre derramada en la cruz nos rescató, y pagó el precio más alto por nosotros, porque nos amaba, y en esto, es miren, es precisamente en esto donde radica el misterio de Dios, del cristiano, de nuestra fe, de nuestra Iglesia, como dice Jn 3, 16. "De tal manera amó Dios al mundo que envió a su hijo único...", nosotros no valemos poco, valemos la sangre de Cristo. Así pues como podemos estar alejados de aquel que nos amo, simplemente no amo, no le importó nuestras miles de faltas, nuestro pecados, nuestros errores, el lo borró todo en la cruz.

Y ahora tu me dirás, allí está ya lo borró todo, ¿por qué tengo que confesarme entonces? Porque fue su mandato, sencillo pequeño, "a quien le perdonen los pecados le quedan perdonados, a quien se los retengan les quedan retenidos" y porque, por la razón que él nos ofrece su salvación de manera libre, no te va a dar algo que tu no deseas, si de verdad quieres aceptar su sacrificio pues lo vives, día a día de una manera más intensa, y donde vives ese sacrificio, en la Eucaristía, en la santa Misa, pero no es simplemente oír, poco después todo queda en palabras, en el aire. Nosotros tenemos los griegos, oír su palabra, asimilarla y hacerla viva. Dios nos habla, oímos su vos, la acogemos, y al acogerla, si de verdad la hemos entendido comprenderemos que para hacer su palabra vida es necesario recibirlo dentro de nosotros, así Dios que es infinito y grande y que nada lo puede contener, lo encontramos al mismo tiempo contenido en algo tan pequeño como ese pedazo de pan.

Así pues, para acogerlo, para ser participes de su sacrificio es necesario que encuentre la casa limpia, ordena, y que no haya ya otro huésped dentro. Así, la manera de limpiar y ordenar la casa, y vaciarla para el mejor es la penitencia, reconocer nuestra limitación, nuestra debilidad, que no podemos hacer mucho por cuenta propia y que necesitamos de Él. El es el buen Pastor, que da la vida por las ovejas, y que cuando uno se pierde deja las 99 y va en su búsqueda, y al encontrarla se alegra.

Dios espera con ansias encontrarnos, para que así su felicidad sea plena, pero,... pero.... pero ¡¿POR QUE si Él desea encontrarnos, nos escondemos?! Buscamos el camino fácil del pecado, preferimos dejarnos vencer por la tentación, por nuestro orgullo, por nuestra soberbia, porque nos cuesta, porque si decimos ser cristianos, nos cuesta humillarnos ante nuestro Dios, El que no dudo en subirse en esa cruz por ti y por mí.
Te dices cristiano, y ¿por qué no vas a misa? porque críticas al curita, que si, es igual de pecador que tu, pero ¿por qué te fijas en la paja de su ojo y no en la roca del tuyo? porque te justificas, porque eres cobarde y no aceptas, si me equivoque.

Algo que una vez comprendí que no hay mayor valiente que aquel que da la cara, que no teme reconocer su error, y que no teme el pedir perdón, porque el pedir perdón es de valiente, de valiente que comprender que el perdonar es morir a uno, morir a lo que se quiere, es vivir como EL vivió, aquel que le decimos Dios.

Este es un mes morado, saben porque es mes morado, por el Señor de los Milagros, un Cristo yaciente, en la cruz, humillado, doliente, es un mes morado porque el morado significa PENITENCIA, conversión, es un mes como se le ha llamado, de la cuaresma peruana, un mes para recapacitar, para reflexionar, para vivirlo de verdad, como cristianos, y no como un mediocre más de esta sociedad que va a pedirle su milagrito, que busca el milagro del Señor y no al Señor de los Milagros.

Yo los invito hermanos a que recapacitemos en cómo es nuestra relación con el Señor, ¿es sincera, o vivimos justificándonos...? Y también, porque los conozco, y seguramente irán aunque sea un día a venerar la imagen del Cristo Morado, a que vayamos con esa actitud, humilde, sencilla, buscando en ese Cristo agonizante el perdón y la paz. Acerquémonos al sacramento de la reconciliación, y no esperemos el pecado mortal, si tenemos la gracia, la dicha de tener un sacerdote cerca aprovechémoslo, porque no olvidemos que tenemos en casa testimonios de lo que no es tener una ayuda espiritual cerca, aprovechemos nuestras facilidades y busquemos recibir a nuestro Dios con un corazón completamente limpio.

No olvides que Dios está allí, esperándonos siempre, con los brazos abiertos, porque es como ese Padre, que al ver a su hijo que salió de su casa volver, sale a su encuentro y lo viste, y coloca en su dedo un anillo de nuevo, ese anillo que es símbolo de la relación del Padre con el Hijo. Para nosotros el vestido es el vestido de la Gracia, que nos limpia de todo pecado, y el anillo, es el mismo Cristo, en la Eucaristía.

viernes, 8 de octubre de 2010

El sacramento del amor de Cristo

Les he comentado en las últimas entradas sobre la oración, que necesitamos de la fe, la sinceridad y la confianza; y cuando oremos debemos entregarnos por completo a Dios, y entregarle todo lo que tenemos, debemos también pedirles con fe y esperanza, y debemos, claro está, ser siempre agradecidos.

Ahora bien, para orar hay muchos medios, muchas formas y maneras, por ejemplo ayer celebramos el día del Rosario (7 de Octubre, fiesta de Ntra. Sra. Del Rosario). El rosario por ejemplo es una bella oración la cual, como oí un día, es como ver un álbum de fotos, es estar viendo el álbum de fotos de la Virgen María sobre la vida de su hijo. Creo que entienden la analogía… ¿no?!

Bueno, pero no vengo a hablarles del rosario el día de hoy, aunque podría ser un tema interesante… pero bueno, hoy quiere hablarles de la Eucaristía, el sacramento del amor de Cristo como se le conoce.
El sacramento del amor, la presencia misma de Jesús. No es que ese pan representa a Jesús, o nos recuerda a Jesús, es el mismo Jesús quien se hace presente, y que tenemos el honor de consumir de llevar dentro.
Cuando comulgamos tenemos al mismo Jesús dentro de nosotros, lo ingerimos, si lo vemos desde un punto de vista científico, es un pedazo de pan, una galleta, la comemos, llega al estomago, se disuelve, pasa por los intestinos y se absorben los nutrientes y minerales necesarios y estos se envían al torrente sanguíneo y así a todo el cuerpo, al final las células las asimilan y se forman parte de uno, así al final, el pan se vuelve para de nosotros, de una manera u otra, ahora, este pan es Cristo, y Cristo se hace uno con nosotros, no solo espiritualmente como oímos siempre, sino literalmente.

Al tener a Jesús, al Señor, aquel que es Dios, que es grande, infinito, se hace pequeño por amor, y esto no es renunciar a su grandeza o su divinidad, sino es Amor. Dios, Jesucristo, sigue igual de grande y divino dentro de nosotros. Actuando en nosotros. Orar ante el Señor en el Santísimo Sacramento, es comunicarnos con el Señor, si quiere decirlo así, cara a cara, es tener a tu Señor a tu Dios, aquel que ha velado por nosotros desde que somos niños, pequeños, y para quien siempre seremos sus niños pequeños.
Es en Cristo Eucaristía, donde la intimidad con el Señor es más profunda, donde ya no hablas, por decirlo así, por teléfono, o ya no hablas con él por medio del chat, sino, que al orar frente al Sagrario, ante el Santísimo, lo haces cara a cara.

Y al tenerlo dentro de nosotros, Él nos ayuda a que la oración no quede en meras palabras, sino que nuestra oración se vuelva vida. Vida que Él nos da, que Él vivifica, renueva, purifica.

Una vez más los invito a perseverar en la oración, Orad sin desfallecer, nos dice el Apóstol, y si podemos hacerlo ante el mismo Señor, si podemos darnos esa fuga a una capilla o una Iglesia, o tenemos la oportunidad de ir a una Adoración, no despreciemos la invitación abierta que nos hace el Señor todos los días, y aún más la oportunidad única que tenemos, de tener cerca a nuestra casa, trabajo, en cualquier parte del Perú una capilla, hasta la más modesta, donde está el Señor esperándonos.

No olvidemos que Cristo es, como dice San Agustín, el Sacramento de unidad, el vínculo de caridad, en es Cristo donde hallaremos la unidad de mente y corazón, como grupo de amigos, como comunidad como familia, una vez más les recuerdo algo que he dicho varias veces, Familia que ora unida, permanece unidada. Entonces es en la Eucaristía donde hallamos la unidad de mente y corazón, y donde está el vínculo de la caridad, el amor, el amor verdadero.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

La fe, la confianza y la sinceridad

Sé que ustedes no están felices sin su reflexión semanal, porque yo se que con mucho anhelo esperan todos los miércoles tan solo para leer completita la reflexión… sí que más… pero bueno, igual, lo hare =)

Como siempre pues, viene el dilema, de que les pueblo hablar, así que, ¡se me ocurrió hacer una continuación del tema anterior! La otra vez hablamos de la oración, ¡algo elemental de la vida cristiana! Y hablamos sobre tres cosas muy importantes, y ¿por qué no? Indispensables. La fe, la confianza y la sinceridad.

Hay tres maneras, por decirlo así, clásicas y sencillas, pero elementales en la Oración, que creo que se los he dicho ya antes, pero que ahora quiero recordar. La entrega, la acción de gracias y la petición. Para ello recordemos, es necesario orar, orar es hablar, dialogar con un amigo, con Dios, con el mejor de los amigos, y uno con los amigos de verdad es sincero, confías en tu amigo, y que mejor amigo que Dios. Y ahora, fe, fe en Dios, y como nos dice la Carta a los Hebreos, la fe es seguridad de lo que se espera y prueba de lo que no se ve. Pero creo que antes de analizar si tenemos esto en nuestra oración, creo que es importante detenernos un momento y autoanalizarnos, entrar dentro de nosotros. ¿Oramos? ¿Nos comunicamos con nuestro amigo, nuestro Padre, nuestro Dios?

Dice San Agustín. Muchos claman a Dios por la salud de los suyos, por la estabilidad de la casa, por la felicidad material, o por su misma salud corporal, que es el patrimonio de los pobres. Pero ¿Cuántos claman al Señor por Él mismo? Muy pocos. Sin embargo, es injusto desear cualquier cosa del Señor y no desearle a Él mismo. ¿Puede, acaso, la donación ser preferida al donante? In ps. 76,2.

Cuando oremos, tengamos la fe, confianza y sinceridad necesaria para con nuestro Dios, nuestro Padre, nuestro amigo. Entreguémosle al Señor todo lo que queremos que el Señor bendiga y lo que Él nos pide. Agradezcamos por cada cosa que el Señor nos regala y nos da, bueno y hasta malo. Y pidamos con fe, con confianza, con sinceridad. Y como dice San Agustín Cuando pidas a Dios dinero, posición social o ventajas materiales, no piensas en Él como el garante de tus deseos, sino como compañero de tu ambición. In ps. 85, 8.

Algo pequeño para acabar Cuando lees la Biblia, Dios te habla; cuando rezas, tú hablas a Dios. In ps. 85, 7.

Hablemos con Dios y dejemos que él nos hable, hoy y siempre, es en la oración, en esa intimidad con el Señor donde lo conocemos más, y lo amamos de verdad.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

La fe, la esperanza y la caridad

Un poco me ponía a analizar sobre que podía compartirles el día de hoy, y se me ocurrió hablarles sobre la fe, la esperanza y la caridad. Tres cosas muy bellas pero que siempre deben ir de la mano.

Alguna vez han hecho la prueba de la confianza, en la cual un grupo de personas se colocan detrás de ti y tú te sueltas y te dejas caer confiando en que los demás te van a coger, pues Fe es prácticamente igual, es soltarte, dejarte caer y tener la confianza de que será el Señor quien no coja. Ahora bien, tener fe es también creer en aquello que no conocemos pero que sabemos que existe, pero todos hemos tenido una experiencia de Dios, más allá de aceptarlo por la fe, lo aceptamos por la razón, “Sí, Dios existe, yo lo he visto, El ha pasado por mi vida, Él ha hecho cosas grandes en mí” esto va muy de la mano con lo que siempre les menciono que no podemos callar lo que hemos visto y oído. Ahora bien, la cuestión es, ¿está de verdad puesta nuestra fe en Dios? Confiamos en El, y si decimos que es sí, porque aun recurrimos a diversas prácticas ajenas a Dios, como ay la ruda para la suerte, hay mi buda para la prosperidad, mi horóscopo para saber que tal me va a ir. Hemos puesto nuestra confianza plena en Dios.
Y si decimos tener Fe en El, sí lo conocemos, sabemos quién es, aun así podemos despreciarlo e ignorarlo queriendo hacer nuestra vidas a espaldas de Él. Porque si todos nosotros que decimos tener fe en Xto. Jesús, muerto y resucitado por ti y por mi, aun no podemos ni cumplir lo mínimo que nos pide Dios “Amaras al Señor tu Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.” Algo muy bello pero a la vez fuerte, interpolador, ¿cumplimos la ley, a quien amamos de verdad, donde hemos puesto nuestro amor, nuestra felicidad en las cosas terrenas que pasan o en aquel que es eterno y hace todo nuevo?

La Esperanza, una palabra hermosa, dicen que en esta vida todo se puede perder menos la esperanza. Esperanza, esperar eso que se viene, cual es nuestra esperanza, o quién. ¿Es acaso el Señor, Jesús? Y si es sí, si El es nuestra única esperanza, somos de las vírgenes prudentes que están preparadas para la llegada del novio, o son de aquellas que tienen que regresar por más aceite para sus lámparas y cuando salen al encuentro del novio ya se halla él con las prudentes en la boda.
¿No sé si me dejo entender? Esperanza es esperar algo con gozo, con ansias, ahora bien, nosotros esperamos en el Señor, esperamos su pronta venida, y si es así, como lo esperamos preparadas, presurosos, listos para su llegada, o esperaremos el último minuto para tomar conciencia, y con esto a donde voy, pues a algo muy sencillo, como estamos viviendo nuestra vida cristiana, nuestra vida de fe. Como cristianos coherentes al evangelio, esperando al Señor. O somos uno más de esos cristianos light que nos conformamos con lo mínimo. O a lo mejor ni el mínimo cumplimos. Todos somos bautizados, y todos hemos, libremente confirmado nuestra fe, o dado un paso más nuestra vocación como cristianos, hemos tomado conciencia de ello, y vivimos según nuestra libre entrega a Dios ya sea al aceptarlo como mi Señor en la confirmación o a una vocación específica según algún sacramento.

La Caridad, el amor, la base del cristiano, lo que realmente nos mueve a actuar, si nuestra fe y nuestra esperanza están en el Señor, es tan solo porque la caridad verdadera es la que nos mueve. Dice una vieja canción popular “que lindo es vivir para amar,…” y luego dice “dar alegría y felicidad, darse UNO MISMO, eso es amar.
Como siempre digo, cuál es la prueba máxima del amor, la de Cristo en la Cruz, no hay mayor prueba de amor. QUE dar la vida por los que amas, o por el que amas, si nuestro amor esta y es el Señor, damos la vida por El, y por El implica dar la vida por el Jesús vivo en la Iglesia terrena, a pesar de su errores, dar la vida por el Jesús que vive en mi hermano, en mi familiar, mi ser querido que me rodea, dar la vida por el Jesús que vive en el pobre, enfermo y necesitado. Dar la vida por el Jesús que vive en la persona que más odio, que detesto, que me ha hecho daño. Ah, mira, mira, donde está nuestro amor, en nosotros mismos, o en el Señor. Dios murió por todos, por sus amigos, sus discípulos, y también por los que lo condenaron. Y tú me dirás, pero él era Dios. Pero muchos mártires han dado su vida por Dios, por el Cristo que vivía en aquellos que aún no lo conocían, por el Cristo que lo estaba matando, para que lo acepte de verdad.

¿Donde está nuestra fe? En el horóscopo, las cartas, la suerte. ¿Estamos confiando en El de verdad?

¿Donde está nuestra esperanza? En el dinero, lo material, en alguna persona. ¿Estamos esperando en el Señor? Y si esperamos en El, ¿cómo lo esperamos?

¿Donde está nuestra caridad, nuestro Amor? ¿En amar a los que conozco y los que me caen bien? ¿Estamos amando con la medida de Cristo, o con la nuestra?

Familia mía, esto es para reflexionar y darnos cuenta a las cosas grandes que nos llama el Señor, el no tiene preparadas para nosotros cosas pequeñas sino grandes, y así como nos prepara cosas grandes también nos pide cosas grandes, porque sabe que podemos; y si sentimos que a veces se nos hace difícil les doy dos consejos que a mí me sirven. Uno Bíblico “En ti Señor confié y no me veré defraudado para siempre”. Y el otro de San Agustín “Da lo que mandas Señor, y manda lo que quieras

Y como dice San Pablo hay tres cosas muy importantes, la fe, la esperanza y la caridad, y de estas la más importante es la caridad. El Señor ha puesto en nosotros cosas grandes, y como dice nuestro Padre San Agustín, “Dios que te creó sin ti, no te va a salvar sin ti”.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Secuencia de María Dolorosa


La Madre piadosa estaba
junto a la cruz y lloraba
mientras el Hijo pendía.
Cuya alma, triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.
¡Oh, cuán triste y cuán aflicta
se vio la Madre bendita,
de tantos tormentos llena!
Cuando triste contemplaba
y dolorosa miraba
del Hijo amado la pena.
Y ¿cuál hombre no llorara,
si a la Madre contemplara
de Cristo, en tanto dolor?
Y ¿quién no se entristeciera,
Madre piadosa, si os viera
sujeta a tanto rigor?
Por los pecados del mundo,
vio a Jesús en tan profundo
tormento la dulce Madre.
Vio morir al Hijo amado,
que rindió desamparado
el espíritu a su Padre.
¡Oh dulce fuente de amor!,
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
Y que, por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
más viva en él que conmigo.
Y, porque a amarle me anime,
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí.
Y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.
Hazme contigo llorar
y de veras lastimar
de sus penas mientras vivo.
Porque acompañar deseo
en la cruz, donde le veo,
tu corazón compasivo.
¡Virgen de vírgenes santas!,
llore ya con ansias tantas,
que el llanto dulce me sea.
Porque su pasión y muerte
tenga en mi alma, de suerte
que siempre sus penas vea.
Haz que su cruz me enamore
y que en ella viva y more
de mi fe y amor indicio.
Porque me inflame y encienda,
y contigo me defienda
en el día del juicio.
Haz que me ampare la muerte
de Cristo, cuando en tan fuerte
trance vida y alma estén.
Porque, cuando quede en calma
el cuerpo, vaya mi alma
a su eterna gloria. Amén


Un poco largo, pero muy muy bonito, esta es la secuencia de María Dolorosa, la fiesta de hoy día, conocida en latín como Stabat Mater.
Creo que no hay mejor reflexión que ella, es para que la lean y ustedes mismos saquen su reflexión para hoy día. Meditar en la cruz de Cristo es una meditación completa y si lo haces junto con la virgen dolorosa aún más.



miércoles, 8 de septiembre de 2010

Noqanchis Kanchis

Noqanchis Iglesia llapanchis kamchis (bis)
Wayqe panaykuna Iglesia Cuerpo (bis)

Llapallanchis puririsunchis (bis)
Dionillanchiswan tupanachispaq (bis)

Karun, karun purinallanchis (bis)
Q’eswantarq purnantaraq (bis)

Intip ruphasqan chiriq chirisqan (bis)
Mana atiswanchu puririspanchis
mana taytanchis yanapawaqtinchis (bis)

Este es un canto de misa en quechua. Se busca su traducción, se recompensará.

Saber corresponder con Dios.

Hay una parte del evangelio, que no lo copiaré literal más sí explicare la idea.

Un hacendado dio un grupo de talentos (monedas de oro) a cada uno de sus trabajadores, a uno 10, a otro 5 y a otro 1. Y se fue, al regresar, pidió las cuentas, al que le dio 10, este le entregó sus 10 y 10 más, al que le dio 5, sus 5 y 5 más, pero al que le dio uno le devolvió el uno, y nada más, Y este le dice, "Señor, yo te conozco que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Y como tuve miedo, fui y escondí tu talento en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyos"
Cuantas veces el Señor nos ha dado tantos talentos, dones, y por temor al que dirán no lo hemos usado, peor, pudiendo rendir tanto nos conformamos con lo mínimo.

Porque si el Señor nos ha dado cosas grandes las escondemos o no respondemos como deberíamos. Dios ha derramado su amor en abundancia sobre nosotros, y nosotros, cómo respondemos a su amor? o acaso lo hemos enterrado? o nos conformamos con amar lo mínimo?

Y esto también hace acordar Hechos 4, 3... treinta...treinta... treinta algo... plop!, bueno donde San Pedro nos dice, que el Señor ha depositado de su Espíritu en ellos y ahora ellos no pueden callar lo que han visto y oído.

Nosotros hemos recibido de ese mismo Espíritu, por vez primera en el Bautizo y de manera plena en la confirmación, ahora bien, nosotros también podemos usar las palabras de Pedro en nuestras vidas. Dios ha actuado en mi, Dios me ha amado a tal extremo de la Cruz, yo soy testigo de la grandeza y del Amor de Dios, por eso yo no puedo enterrar lo que Dios me ha dado, yo no puedo callar lo que he visto y oído.

Seamos siervos fieles en lo poco y el Señor nos confiará más.
Porque aquel que tanto ama, tanto amor recibirá.
Porque como dice nuestro Padre Agustín, la medida del Amor es el Amor sin medida.

Y es el Espíritu Santo el amor mismo, y no hay mayor símbolo de amor que el sacrificio de Cristo en la Cruz. No enterremos el talento que Dios nos dio, ni seamos mediocres con él. No callemos como Dios está vivo y actúa en cada uno de nosotros.

viernes, 27 de agosto de 2010

Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como uno mismo

Justo estos días estuve meditando y pensaba acerca de lo importante que es haber crecido en un hogar cristiano, y la importancia que debemos darle a nuestra vida de fe. Nosotros tenemos la dicha de haber crecido en un hogar, de alguna manera u otra, cristiana católica practicante, claro, con sus altibajos, pero siempre tratando de vivir el Evangelio de Cristo. Y creo yo que en esto radica todo, en día a día imitar más a Cristo, aprender a vivir como él vivió, a dar testimonio con nuestras vida de los que somos, creo yo que es tiempo de revalorar nuestra fe, no somos cualquiera, somos seguidores de Cristo, somos cristianos, y como tales debemos vivir como nos pide el Evangelio. La ley se resume en dos mandamientos, amar a Dios sobre todas las cosas; y al prójimo como uno mismo.

  1. Amar a Dios sobre todas las cosas. Cómo demostramos nuestro amor al Señor, a nuestro Padre amado, pues haciendo su voluntad, valorando su sacrificio en la cruz, y sobre todo acercándonos a él, porque NO SE PUEDE, no se puede amar lo que no se conoce, y COMO podemos conocerlo, pues con la oración, es el único medio, el único camino para hablar con Dios y en ese dialogo intimo acercarnos a él, porque, porque es una gran mentira ser Cristianos y no conocer a Cristo, y tú me dirás, pero si yo conozco su biografía, se que vivió en Israel, que dio su vida por nosotros. Y sí, es bonito saber eso, pero lo sabes porque otros te lo han dicho, o mejor te lo han presentado, – sí hola que tal N. te presento a Jesús, Jesús este es N.
    Ahora es nuestro trabajo buscar cimentar y hacer crecer esta amistad, y solo se hará con la oración. Ahora hay dos opciones, una, la del verdadero cristiano, y otra la que el mundo hoy en día nos vende. La del verdadero cristiano es lucharla, darlo todo por querer acercarnos más a Dios, valorar su Palabra, acercarnos a los sacramentos siendo la reconciliación y la comunión dos de los principales pilares de la vida cristiana, porque Dios nos ama, a pesar de nuestros defectos y errores, pero si nosotros queremos amarlo bien de verdad debemos hacerlo con un corazón puro y limpio, y que mejor medio de conocerlo que teniéndolo dentro de nosotros. Ahora bien. Estas cosas implican que un lucharla, darlo todo, porque cuesta, porque no es sencillo, vivir según el evangelio es para los que se atreven. Ahora bien imposible no es, porque es sencillo si nos proponemos hacerlo y si pedimos a Cristo para gracia para lograrlo, y sí, esto implica en un largo caminar momentos de en que el camino es llano otras en que es empinado o escabroso, pero como les decía si tenemos al Señor todo será más fácil. En contra parte, que nos dice el mundo hoy, que no vale la pena, que para que lucharla, dejemos llevar por este mundo moderno, en el cual día a día la vida va perdiendo su valor, en el cual se deforman los valores, y en el cual ser cristiano de verdad es para estúpidos.
    Tenemos la dos opciones, la del facilista que cree ser feliz con lo que ofrece el mundo cuando a la larga el consumismo, el materialismo y demás son cosas pasajeras que dejan un vacio peor, o demos todo por el todo y luchémosla por aquel que no defrauda y que nunca nos abandona.

    Creo yo que como cristianos no estamos llamados a ser mediocres, sino a ser verdaderos testimonios vivos de Cristo, a vivir nuestra vida según el evangelio. Nosotros hemos vivido de una manera u otra en un hogar Cristiano, y sí con sus virtudes y defectos, pero que al menos trataba de salir adelante. Ahora bien, creo yo que es tiempo de seguir adelante, ahora ya, como quien dice, cada uno baila con su propio pañuelo, ya no está mamá, papá allí para forzarte a orar, a ir a misa, a confesarte, y es ahora cuando nosotros debemos ser coherente con ese sí que le dimos al Señor el día de nuestra confirmación. Ese sí, te acepto en vida con todo lo que me pides. Ese sí, quiero amarte; ese sí, quiero luchar por ti.

    No dejemos que este mundo moderno y secular apague ese fuego que un día ardió en nosotros, y que nos movió y nos impulsó a decirle sí al Señor. Seamos coherentes y hagamos del evangelio, de la Vida de Cristo, de su Palabra, del Mismo Cristo, que es el Verbo de Dios, su Palabra, hecho hombre; hagámoslo vida.


  2. Y en segundo lugar, amar al prójimo como a uno mismo. Y esto es algo que va de la mano, y es la Caridad, el amor verdadero, el reconocer a Cristo en el hermano, porque recordemos lo que hagan con estos a mi me lo hacen. Si amamos a Dios, si queremos amar de verdad a Cristo, pues lo amaremos en la oración y sobretodo en el prójimo, y sin ir tan lejos en el que tenemos a nuestro lado.
    La familia es el centro de la vida cristiana, es la comunidad base, y es en comunidad como uno aprender a vivir coherentemente y es en comunidad como podemos crecer en nuestra vida de fe, ayudándonos del hermano del costado. Y como les decía la Comunidad Base en la Familia y es en familia como podemos y debemos buscar y seguir a Cristo. Ayudándonos del que está a nuestro lado, animándonos y amándonos con ese amor de Cristo que no tiene límites.

Yo los animo pues a día a día amarnos más en el amor de Cristo, y amándonos, amar a Cristo, y buscar siempre juntos, vivir el Evangelio, y como les dije la otra vez, cumpliendo no solo lo que me conviene, sino todo, porque si de verdad queremos amar a Cristo cumpliremos su palabra y sobre todo lo que más nos cuesta.

sábado, 14 de agosto de 2010

Ascensión

El 1 de noviembre de 1950 el SS. Pío Pp. XII decretó como Dogma de Fe, o sea algo de lo que no se puede dudar, que la Santísima. Virgen María fue asunta en cuerpo y alma. Cabe resaltar asunta, o ascendió, asunta porque por la gracia de Dios asciende, mas no como Cristo que el ascendió por gracia propia.

Bueno, claro en 1950 se dijo que es algo de lo que no se puede dudar, pero esto es algo que desde los Padres de la Iglesia se celebra, ya tenemos célebres sermones de nuestro Padre San Agustín. Esta es una de las mayores fiestas de la Virgen, junto con la anunciación y la Inmaculada Concepción. La Asunción o dormitación, como lo conocen nuestros hermanos ortodoxos de Oriente. Dormitación porque en la Iglesia hay dos corrientes, una que dice que la virgen murió y al momento resucitó y fue ascendida y otra que dice que la virgen como que se durmió y al despertarse ascendió a los cielos. Las cosa es que es dogma dice, "cumplido el tiempo de María en la Tierra, ella fue llevada a los cielos. "

Este ha sido el último dogma que ha promulgado la Iglesia, y que como ya dije lo dio Pio XII, y este mio es lo máximo, estoy leyendo un libro sobre él, muy bueno que busca destacar a este pobre siervo de Dios que fue muy duramente criticado en su tiempo.

Pero bueno, suficiente historia.

El evangelio de la Misa de hoy de la Ascensión, y sí, digo hoy, porque hay dos evangelio para la misma fiesta uno para las vísperas o sea hoy, y otro para mañana mismo o misa del día. Bueeeeno, la de hoy dice así:
"Una mujer del gentío grito ha Jesús, dichoso el seno que te abrigó y los senos que te criaron, y Jesús le respondió, más dichosos aun los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen". Palabra de Dios, Gloria a ti Señor Jesús!!!

Entonces, que hermoso, de verdad, que bello. Esto es una promesa que nos hace el Señor, dichoso el que cumple la palabra de Dios. María, Uds. porque creen que María es Santa. Claro ser madre de Dios ya es motivo suficiente para ser santa, pero María es más santa por ser discípulo de Cristo, de su hijo, que por ser su Madre.

El evangelio nos interpela, día a día, cada vez que lo oímos, nos interpela con amor, para darnos cuenta de nuestras virtudes y de nuestros defectos. A la vez nos invita a recapacitar, y a día a día crecer en nuestra fe. Y cuantas veces ante el evangelio decimos, hay no que difícil, eso no me gusta, eso me parece difícil. Y cogemos el Evangelio del Señor y lo deformamos a nuestros gustos y pareceres...

María es el modelo, el ideal de Cristiano, una seguidora e imitadora de su Hijo, única. Y sobre todo ese ejemplo de cristiano. Aquella que al no entender acepta todo callada, y guarda todo en su corazón y al guardarlos en su corazón lo hace vida.

María, ayúdanos a cumplir el evangelio de tu Hijo, tú que eres nuestra Madre, nuestra Modelo y nuestra Maestra, ayúdanos!

Que el Señor derrame abundantes sobre cada uno de ustedes, y que por la intercesión de Santa María, nuestra Señora de la Asunción, ella nos guie siempre a su Hijo!

jueves, 5 de agosto de 2010

Dónde buscamos, con qué nos saciamos?

Dice la palabra de Dios, cuántas veces hemos bebido del torrente, y aún tenemos sed. Cuantas veces hemos buscado saciarnos en tantos lugares, y aún tenemos sed, y no nos damos cuenta que Jesús es la fuente vive, de la cual al beber nunca más tendremos sed. Sino recordemos su encuentro con la samaritana.

Donde buscamos, donde hemos puesto felicidad, bebemos de una fuente y luego seguimos con sed, o acaso estamos bebiendo de la fuente verdadera. Y si bebemos de la fuente verdadera, bebemos bien, recibimos el agua del Señor con un corazón puro y necesitado. O mejor, una pregunta, para cuestionarnos un poco, cuánto estamos necesitados del Señor? Con cuánto ardor en nuestro corazón lo buscamos?

Dice el Salmo, como la sierva busca corrientes de agua, así mi alma te busca a tí. Busquemos al Señor con un corazón ardido de amor, así como lo hacía Agustín, porque me traspasaste el corazón con tu palabra y te ame, y desde entonces no podía dejar de lado al Señor, porque había encontrado a quien realmente lo llenaba, saciaba su sed. Porque todos tenemos sed del Dios vivo, de Jesús, lo importante es buscarlo con un corazón sincero y necesitado, y como les he dicho varias veces, buscad y hallareis.

jueves, 29 de julio de 2010

Confié en ti y no me vi defraudado

[..] Motivarlos a seguir al Señor con un corazón encendido, a confiarlo todo en él y abandonarnos a su divina providencia.


El Señor nos ayuda auxilia y proteje. Recuerden lo q dice el Salmo en tí Señor confié y no me vi defraudado.

sábado, 17 de julio de 2010

Estar agradecidos

El saber estar agradecidos, y justo es algo que aprendí hoy, estaba con dolor, malestar, quería dar mi examen e irme a la casa porque estaba con mis dolores, pero comprendí algo tan valioso. A mi me dolía, o mejor me duele, la cabeza, las piernas (como si hubiese corrido) y el estomago, y me puse a pensar. Pero a Jesús le destrozaron la cabeza, colocaron una corona de púas que cuanto lo habrán hecho sufrir. Sus piernas temblaban y de estremecían ante los azotes y el peso de la cruz. Todo su cuerpo fue azotado y produjo heridas muy profundas, peores seguro que cualquier retorcijón... y a pesar de su dolor, su cansancio, seguro sus ganas de irse a su casa y dejarlo todo. No lo hizo, no gritó, no se quejó, no dijo nada. Porque él era capaz de todo, simplemente porque nos amaba. Y me decía, mira cuanto soporto él, y los mártires de la Iglesia que dieron su vida por Cristo. Y me decía, y así quiero consagrarme a Dios, cuando con un malestar físico, no puedo, me quejo, me canso. Y fue eso lo que me dio las fuerzas, el comprender el valor, el dejar de quejarme porque con esto no arreglaba nada, el entregarle al Señor mi malestar, para que mi dolor físico sea una oblación y una alabanza para él. Y saben que fue lo mejor de todo, que él no me dejó solo, no me defraudó, me ayudo, me levanto, me tomó de la mano y me ayudo a cargar mi cruz, porque es en ese momento, cuando estas solo, cuando parece que el mundo se te viene abajo, cuando ya no quieres saber nada, cuando te quejas, cuando quieres pegarle a alguien, que aparece él, o mejor, nos damos cuenta que ha estado a nuestro lado siempre, y vemos su mano extendida que te dice, no temas pequeño, que aquí estoy yo para ayudarte, porque yo ya sufrí todo esto por ti en la cruz, y ahora, ahora déjame cargarte y ayudarte a seguir.

Sepamos ser agradecidos con el Señor y entregarle todo y abandonarnos a él, porque como dice el salmista, "En ti Señor confié, y no me veré defraudado para siempre" porque el Señor nunca nos deja solos.

Gracias Jesús Bendito, por mi vocación, por mi comunidad, mi familia. Gracias porque en estos 21 años de vida nunca me has dejado solo, sino que me has cuidado, me haz protegido y me has preservado. Porque donde estaría yo, que sería de mi vida, y no estuvieras tú. Gracias mi Señor por todo lo que me das, lo bueno y lo malo. Y porque tu velas por mí, y por los míos.


Gracias, Padre Amado, gracias.

jueves, 1 de julio de 2010

Dios está VIVO!

San Pedro nos dijo, no podemos callar lo que hemos visto y oído; y San Pablo, todo lo considero basura comparada con el Evangelio de Cristo. Pedro negó tres veces al Señor, y luego otra tres profesó su amor; Pablo persiguió a los cristianos, y luego el mismo dijo "Ya no soy yo quien vive, sino Cristo quien vive en mí".

Creo que ejemplo de estos dos grandes Santo pues no apaguemos el fuego del Señor en nosotros, más bien, hagámoslo arder más fuerte, no temamos salir y gritar, no temamos el insulto o el rechazo, no temamos la persecución. Nosotros estamos para ser luz del mundo y sal de la tierra. Para salir y proclamar Dios está VIVO! Salir y que nos rechacen, pero que no nos importe, porque si los hombres no alaban a Dios, las piedras gritarán dice su Palabra, tengamos fe y gritemos, proclamemos que Jesús es nuestro Señor, nuestro Dios.

Y así, proclamando daremos un granito en la labor de nuestra Iglesia, que es Una Santa Católica y Apostólica, y que hoy, más que nunca necesita de Cristianos coherentes, cristianos comprometidos, Cristianos que enseñen un Cristo VIVO. Porque a la Iglesia lo que más le sobra son d esos cristianos mediocres, de esos que se limitan a cumplir los mínimos, esos que de boca dicen mucho pero todo se queda allí. Necesitamos Cristianos que estén dispuestos a como Pedro y Pablo dar la vida por Cristo; que como ellos, enseñen; como ellos, ayuden; como ellos, proclamen, vivan, alaben!

Tomemos conciencia de que somos cristianos. Seguidores, y más que seguidores, imitadores de Cristo. Porque si proclamamos que EL es nuestro Señor, nuestro Dios, nuestro Padre; entonces sabemos en que nos hemos comprometido, porque Pedro y Pablo, son santos e hicieron todo lo que hicieron por una simple razón, Cristo, porque ellos comprendieron que el Evangelio no es para mucho, sino para pocos, para esos pocos que de verdad se atreven a cumplir, y a vivirlo, y esto, esto no es solo de curas o monjas, esto es de Santos, esto es de todos los llamados, y quienes son estos llamados a ser Santos, pues quien más que tu y yo. Los BAUTIZADOS, los que hemos muerto al pecado y renacido a la vida, aquellos que proclamamos a nuestro Dios Uno y Trino, que proclamamos que Dios está vivo, y vive en mí y en ti.

Yo los invito a día a día tratar, esforzarnos darlo todo, para cumplir el evangelio de Xto., y esto, esto empieza con algo sencillo, empieza con enamorarnos de Cristo, y esto solo con un encuentro con Xto. y esto, esto solo en la oración!
Y como les digo siempre, llamar y se les responderá, buscad y hallarás, tocad y se os abrirá!

jueves, 24 de junio de 2010

Toy Story 3

Algo que quiero rescatar de la pelicula, entre todo, fue el hecho de como Andy se tuvo que despegar de sus juguetes y se los entrega a la niñita, para poder dar un paso más en su vida, y creo q en nuestras vidas, siempre ha sido así, tener q dejar cosas que nos gustan mucho para poder dar un paso más, y creo yo que, que mejor que entregarselas a Dios, decirle Señor, toma esto, ahora es tuyo . . .

Y de la oración hay mucho que rescatar, pero sobre todo, lo importante que es orar juntos, en mi corazón mientras hacía la oracicón sentí con mucha fuerza un gran amor que Dios tiene para con nosotros, y las cosas grandes que quiere hacer por medio de nosotros, nunca, nunca dejemos de hacerlo, y sobre todo juntos, recordemos que donde estén dos o mas reunidos allí en medio estoy YO dice el Señor.

Jesús no nos abandona, no falla ni defrauda!

jueves, 17 de junio de 2010

Juntos, como una familia

Ya hemos hablado de lo importante que es renunciar a las cosas del mundo, al pecado. Ya hemos hablado de lo importante que es abandonarnos en las manos del Señor y confiar en él, de lo importante que es clamar, y pedir al Señor. De cuanto nos ama, de muchas cosas . . . también de la importancia . . . de la oración . . . tengo una idea mejor, y porque no . . . por qué no oramos?! Juntos . . . como familia . . .

Quiero que me sigan leyendo esto, y también sintiéndolo, que no sea un leer por leer, sino, un sentir, un vivir, un experimentar.

Señor Jesús, Señor bendito esta mañana, esta tarde, esta noche, venimos a ti, juntos, como una familia, porque a pesar que no estemos juntos o que el otro no lo rece a la vez conmigo, yo se que esta pequeña alabanza sube toda junta así ti.
Mi Señor, hoy quiere ir a ti y entregarte mi vida, lo que tengo, lo que poco que soy. Y decirte, aquí estoy, pobre, humilde, necesitado de ti, de tu amor. Y a ti voy, a pesar de mis culpas, faltas, errores, porque sé que en ti encuentro mi descanso, en ti mi fuerza, en ti mi sustento, porque eres tu quien me abraza, me cuida, me consuela, quien seca mis lágrimas, quien me acompaña en mi soledad. Tú has sido aquel, que a pesar que no he querido ver, has estado allí a mi lado, ayudándome, levantándome, diciendo, no temas, aquí estoy hijo querido, para ayudarte, porque soy tu padre, tu amigo, tu hermano, y solo, y solo quiero ayudarte, y amarte, y que te dejes amar.
Jesús bendito, hoy te agradezco por tu amor, por tu gracia, por tu bondad. Señor, hoy te digo gracias, bendito seas Señor, glorioso Señor, precioso Jesús. Gracias Señor por tu actuar silencioso, por tu ayuda, porque estuviste allí, haz estado y estarás, a mi lado siempre. Gracias por tu amor, y por tu actuar.

Gracias Jesús, gracias, Señor, gracias.


Amen, amen.

jueves, 10 de junio de 2010

El centro de nuestra fe

La Eucaristía tiene que ser el centro de nuestra fe, una vida cristiana sin eucaristía es una vida vacía, y no es realmente una vida cristiana, por eso es necesaria la comunión dominical, e inclusive si se puede intersemanal, aun más. Porque Cristo está presente en ese pan, por su infinito amor se quedó en medio de nosotros, gracias a la ayuda de los sacerdotes que actúan en su nombre, Cristo está en medio de nosotros, y esto nos debe motivar a dos cosas, una que ya les dije a valorar la importancia de la comunión, una comunión frecuente y con fe, valorando lo que recibimos y a quien recibimos. Ahora tú me dirás no tengo tiempo para ir a misa o se me hace difícil, pues aunque sea busca un momento para estar frente a Cristo sacramentado y haz una comunión espiritual, deseando en tu interior tener a Cristo, y pidiéndole que Él actúe en tu vida, y lo hará porque él conoce la intención de nuestro corazón y sabe que hemos hecho todo lo posible para recibirlo, ahora si aún así se te hace difícil ir a un templo, pues haz lo que nos enseñó el maestro, ve a tu habitación y habla con tu Padre en lo secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te oirá!

Esto es UNO! y ahora DOS, algo que un obispo nos dijo fue lo siguiente, la Iglesia vive por la Eucaristía, y la Eucaristía está con nosotros por los sacerdotes, oremos por nuestros pastores, oremos por aquellos que actúan en nombre de Cristo, por su perseverancia, por su ministerio, por su fe, por sus problemas, por sus tentaciones, oremos por ellos, porque cuando uno ora a Dios por sus Pastores, Dios nos responde dándonos pastores santos, los pastores que la Iglesia necesita!

Y algo, o alguien, que creo que nos ayudará es María. El último día del Simposio un obispo mexicano justo habló de María eucarística, y para qué, precioso. María que era, era la que llevaba a Jesús a los demás, era una custodia, como las que vemos ahora de oro o plata donde se coloca el Santísimo, así era ella, ella nos lleva al Señor, ella nos llena de él! Ella nos dice inclusive qué hacer, algo muy hermoso, se acuerdan de Caná, las bodas, está fue la última vez en lo evangelios que María habla hasta el Calvario, por qué? Porque María calla para que ahora lo oigamos a Él, a su Hijo.

Porque María, y esto es algo que me quedó así, grabado, María es 3M. Madre, Modelo, Maestra.

Acerquémonos a Jesús Eucaristía, y que mejor que por María su Madre, nuestra Madre.