Hemos hablado de la oración, de la eucaristía y la penitencia, y les pedí que me mande posibles temas para conversar, y como no me han mandado nada, así que se me ocurrió hacer una pequeña reflexión sobre algo que justo me enviaron, y era sobre el milagro de los 33 mineros chilenos.
Y sí no, qué bonito que hayan sobrevivir, y los hayan podido rescatar, pero vamos a lo que me comentaban en esos correos, hablaban de como el trabajo en equipo, la confianza, el saber apoyarse en el prójimo, y saber cuidar de él fue lo que les permitió seguir adelante y no rendirse, sino conseguir seguir adelante y sobrevivir tantos días encerrados.
Bueno, veamos... Más de lo bonito que es que hayan podido sobrevivir, vamos a lo que tanto se comentaba en estos mails. La Fraternidad, la comunidad, algo que me gustó que leí fue lo siguiente, cada uno asumió la responsabilidad de cuidarse a sí mismo y cuidar al compañero.
Hay algo que me parece hermoso, pero inclusive aquí uno puede encontrar la perfección absoluta, lo radical, "no hay mayor amor de aquel que da la vida por sus amigos".
Y es justo lo que Cristo hizo, dio su vida por amor, no le importó él, si estaba cansado, o ya no podía, el siguió hasta el fin, ya no se preocupó por él mismo, sino por los demás, porque sabía que con esto nos daría la vida eterna.
Este es el verdadero amor, el amor que da la vida por los amigos, que es incluso, capaz de morir a uno por el otro. Y sí, lo que han hecho esos mineros es admirable, y algo grande, pero no necesitamos estar atrapados para actuar así, porque tenemos que esperar los momentos difíciles para poder trabajar en equipo, porque esperamos el momento de dolor para reunirnos y reencontrarnos, porque esperar la dificultad para pedir ayuda, porque esperar la desgracia para hacer las paces. PORQUE SI HAY UNO QUE ME AMO A TAL EXTREMO, YO, YO AUN NO PUEDO PERDONAR, porque aun guardo rencor, porque ignoró los problemas, porque no olvido lo que ya pasó, porque no soy capaz de ser tan valiente como EL y amar como él me amó o mejor, me ama.
Y saben porque, porque lo podemos recibir si quieres, todos los días, pero si no tomamos conciencia de a quien recibimos, o en quien decimos creer, todo queda en meras palabras y gestos. La cristiandad más que proclamarla, SE VIVE, yo no tengo un título de cristiano, el del lado no me va a decir mira es cristiano porque tiene su CARTON DE CRISTIANO, no debe decir este ES CRISTIANO PORQUE VIVE COMO VIVIÓ CRISTO. ESTE ES OTRO CRISTO. Y para poder ser otro Cristo es sencillo, solo necesitamos algo, la GRACIA, la GRACIA ese gran amor que Dios derrama sobre nosotros, la fuerza de su Espíritu. Una vez dijo San Agustín que él intentó ser bueno puso todo su esfuerzo y no lo logró, y fue recién cuando aceptó al Señor de verdad, de corazón que logró ser de verdad bueno, logró ser Santo, porque el Señor derramó su gracia sobre él, así como la quiere derramar sobre nosotros, y lo que sucede es que día a día nos cerramos a su gracia y a su amor, y ponemos nuestra cara dura, nuestra indiferencia, nuestro NO NO, eso no es para mí. Y MIREN!!! Si tu y yo decimos ser cristianos, profesamos nuestra fe en Jesús, es porque creemos en su Gracia y en que él por medio de su Espíritu puede actuar en nosotros.
Como les he dicho muchas veces pidan y se os dará, que decía el evangelio del domingo que pasó, el juez injusto que aunque sea por tanto pedirle accedió, cuanto más nuestro Padre del Cielo que tanto nos ama no nos hará justicia.
Hermanos, debemos pedir con fe, con amor, con confianza, con esperanza. Y mantenernos unidos, con firmeza, con fe, en la Eucaristía, en la Oración, en contacto intimo con Dios, y buscar, no cesar de buscar, porque el que busca encuentra, y no busquemos tan lejos, Noli foras ire, in teipsum reddi, no vayamos fuera, busquemos dentro de nosotros como dice nuestro Padre, porque Yo por fuera de buscaba y tú estabas dentro.
¿Dónde debemos de buscar la gracia pues? En Jesús, en Cristo, en nuestro Dios, en la oración, y la eucaristía, y sobre todo en la Comunidad, en la Fraternidad, porque allí donde dos o más estén reunidos, allí en medio estoy yo, nos dice el Señor. Es también en el hermandad donde debemos de encontrar al Señor, y es en el hermano en quien debemos cogernos, para apoyarnos y también para ser apoyos para ellos, porque es muriendo a mí, por él, por el Señor que vive en él, que encontraremos la verdadera felicidad, y la vida. Porque el que quiera guardar su vida la perderá, pero el que la pierda la ganará.
No nos dejemos vencer en este camino de perseverancia y camino en y hacia el Señor, vivamos día a día radicalmente lo que profesamos, y no dejemos que este mundo nos venza, porque hoy en día esto es solo para valiente, pero no, repito, NO es solo para los consagrados y los curitas, sino para los Santos, y ser santo no es cosa de uno dos, es cosa de todos, repito, ser SANTOS, así como la defensa civil, ES TAREA DE TODOS.
Dios no nos ha llamado a ser mediocres, sino a ser buenos y más que bueno, los mejores, porque tú y yo no valemos poco sino su SANGRE, la de nuestro Dios en la Cruz porque nos amó.
Fuerza, animo, no, nunca dejemos de seguir adelante, de luchar, y así lograremos realmente ser felices, aunque el mundo nos grite lo contrario.
Recuerda TU hermanito, hermanita, TU, no has nacido para ser uno más del montón, TU has nacido para ser algo más, algo diferente, para ser cabeza, para ser discípulo, apóstol, profeta de Dios, y el profeta de Dios no está sentado callado, esperando que el otro quiere cambiar, el CAMBIA, y GRITA, PROCLAMA que su Dios está vivo.
¡ANIMO! ¡¡¡VAMOS!!! QUE SI SE PUEDE, esto es solo para loco, esto es solo para VALIENTES
ESTO ES SOLO para cristianos de verdad, como lo debemos ser tú y yo, hoy, y ¡siempre!
Fuerzas, y seguid adelante, sin desfallecer, cogiéndonos siempre de las manos de nuestro Dios, de esas manos perforadas por los clavos que nos dan ese grito de aliento que tanto necesitamos para continuar!