lunes, 28 de febrero de 2011

Hay que estar preparados

Bueno, ya que estamos próximos al inicio de la Cuaresma tan solo recordarles como se encuentra Jesús en la cruz, con los brazos abiertos, abiertos a todos, tanto a justos como a pecadores, a aquellos que tiene cerca y a aquellos que se han alejado de él, porque su amor no tiene medida, tal fue su muestra de amor que dio su vida por ti. Este tiempo de penitencia, de recapacitación que nos sirva para reconciliarnos y acercarnos más a Dios. Recordemos pues que Semana Santa no es un tiempo de vacaciones, de relajo, es un tiempo de oración, de alabanza, de amor, y para celebrar la Pascua de nuestro Señor hay que estar preparados.

Orad sin sesad. Preparémonos, con la oración, el ayuno y la penitencia, para que así, nuestra humilde y sencilla ofrenda suba gustosa a los ojos del Señor, porque todo lo que hacemos, por más pequeño que sea, es agradable ante los ojos de Dios si lo hacemos con amor, que sea el amor, la caridad, lo que nos mueva a hacer y actuar. Nunca olvidemos que cuanto hagamos con estos, sus más pequeños, con EL lo hacemos.

Animo, y preparemos nuestro corazón a la medida del amor, y como dice nuestro Padre San Agustín, la medida del amor es el amor sin medida.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Dejémonos llevar por el Señor

Hace tiempo que no les doy ningún mensaje ni nada, ya se me van a volver paganos. . .

Para que no se me paganicen, tan solo les diré algo que comentó el P. José Luis en su homilía (porque él presidió la misa de hoy por su cumple), y que me gustó, uno a veces tiene esa imagen de una persona, pero me gusto, porque el padre se mostró muy diferente a otras veces que lo escuche, se le sentía en confianza, en familia, como estaba, rodeado de sus hermanos religiosos, y decía, "Pedro tiró las redes y no pescó nada (comentado el evangelio de hoy), y luego el Señor le dice que las tire, y él le reclamaba que ya lo había hecho, pero lo hace de todas maneras, y es que muchas veces queremos hacer las cosas a nuestro modo, y después nos quejamos que no vemos frutos, a lo mejor lo que tenemos que hacer es dejarnos llevar por el Señor, que Él nos indique el momento, y veremos las redes repletas de frutos, que no son nuestro, son de Él, pero que Él nos permite ver"

Creo que está claro, dejémonos llevar por el Señor, confiemos en su divina providencia, y en su amor, que nunca nos defrauda, "Orad, orad sin cesad", que es en la oración donde tenemos ese pequeño momento de intimidad con nuestro Señor, nuestro Dios, que nos dice Hijos, y nos permite que le digamos PADRE.