martes, 6 de septiembre de 2011

Cantar es propio del que ama

Allí donde dice San Agustín “el que canta ora dos veces” también dice, “cantar es propio del que ama”.

Cuando uno alabaza, agradece o lo que sea a Dios por medio del Canto, hace oración, pero lo que me gusta es eso que dice san Agustín, es el corazón que realmente ama, el que es movido por este amor a entonar a Dios ese cántico nuevo, de alabanza, cántico que nunca han oído los oídos humanos, y que no lo pueden entonar las lenguas de los mejores tenores, sino simplemente el corazón que se ha dejado amar por Dios, y este canto es oído tan solo por Dios.

Canto, que no es bonito, porque algo bonito o feo es algo que uno percibe, osea depende de los sentidos y es subjetivo, en cambio, ese canto es Bello, implemente es bello, porque participa de la belleza en sí, belleza en sí que es Dios, Dios que hace arder nuestros corazones de amor y que nos mueve él mismo a entonarle ese canto de amor.

Busquemos pues que nuestra vida sea ese canto agradable a Dios, ese canto que es auténticamente bello, y con el cual atraerá a muchos, y los moverá a los demás a buscar cantar igual con un solo fin, el de poder tener una sola alma y un solo corazón hacia Dios.

Porque en un coro, todos tenemos diferentes voces o tonos, y seguro cada uno separado suena… feo, pero cuando estamos en conjunto, en grupo, podemos producir un canto que es bello, es hermoso, y como les dije, participa de esa hermosura que es antigua y tan nueva… que es el Señor.

Amén.

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