Recordemos pues que este tiempo de Cuaresma es un tiempo de conversión, de acercanos al Señor, y de preparar nuestros corazones para su paso. Es momento de sacarnos le "letrerito" de cristianos, y más que un letrero que diga "mírenme, soy cristiano" que sea una convicción, un "Sí, soy cristiano, y no me avergüenzo de serlo" de querer vivir coherentemente, que querer ir contra las masas, de querer ser un loco, pero un loco por el Señor.
Confiemos en el Señor, y esperemos con alegría y gozo su paso por entre nosotros, o mejor, estemos atentos, para que lo veamos pasar, porque día a día en la Eucaristía se repite toda la Semana Santa en una hora, sin que te des cuenta, vive la Misa con Amor e Intensidad, y dejate moldear por las palabras que dices y repites, y sentiras el actuar del Señor!
Ánimo!
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